Ni dioses ni diosas, hay un solo Dios

Ni dioses ni diosas, hay un solo Dios

POR SALVADOR SABINO*
No hay duda que la guerra de los monoteístas y politeístas será para siempre. Esta guerra estaba en plena antes de tú y yo nacer y tal parece que no cesará en nuestra existencia actual.

Los politeístas creen en la multitud de dioses; los monoteístas en un solo Dios. Nuestro propósito no es echar leña al fuego a tal controversia, sino más bien declarar el punto de vista de aquellos que creemos en un solo Dios por convicción y no por meramente contradecir, criticar ni ridiculizar a nadie, aunque es muy difícil de compartir esta fe sin provocar oprobios, malas interpretaciones y juicios.
 
Los cristianos creemos en esta revelación: 5 “Porque hay UN SOLO DIOS, y UN SOLO MEDIADOR entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,  6 el cual se dio a sí mismo en rescate por nosotros”. (1 Timoteo 2:5-6).¿En qué Dios crees tú? ¿Qué relación tienes tú con tu Dios? ¿Crees tú en un Dios o en otros dioses?

“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.  5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. (Deuteronomio 6:4-5).

En los tiempos de los Israelitas, como suele ser en día de hoy, cada nación parece tener su dios, patrón, patrona o santo de su devoción. Los filisteos tenían a Dagón, los cananeos a Baal. Egipto tenía dioses por regiones y temporadas, día, noche y diferentes actividades. Por esta razón Dios envió a Moisés. Las deidades o dioses de Egipto fueron derribadas por Jehová de los Ejércitos. Estas deidades fueron invadidas de manera que hasta Faraón fue derribado por un Moisés desarmado y sin ejército y aun el hijo primogénito de faraón murió:

Éxodo 3:10-12   Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.  11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?  12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.

Éxodo 4:22-23  22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.  23 Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.

Éxodo 12:29-30  29 Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.  30 Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto.

¿Cuál es el dios, dioses o diosas de tu nación? ¿Cuál es el dios de tu fe? ¿O cuáles son los dioses de tu fe? Hay dioses de madera, yeso, papel, y otros materiales. El Dios nuestro es Espíritu. Según Éxodo 15:11-18, Moisés exaltó a nuestro Dios universal como sigue:

¿Quién como tú, OH Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?  12 Extendiste tu diestra; La tierra los tragó.  13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.  14 Lo oirán los pueblos, y temblarán; Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.  15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán; A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor; Se acobardarán todos los moradores de Canaán.  16 Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, OH Jehová, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.  17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has preparado, OH Jehová, En el santuario que tus manos, OH Jehová, han afirmado.  18 “Jehová reinará eternamente y para siempre”.

Josué expresó la verdad de un solo Dios en su libro (Josué 24:14:16) diciendo:

Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.  15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Ni dioses ni diosas, hay un solo Dios. Nuestro Dios es Dios en la tierra y en el cielo. El es el Dios Altísimo (Génesis 14:22). El es el Todopoderoso (Ap. 1:8). El es el Dios viviente  (1Sa. 17:26). El es el sanador (Éxodo 15:26). El es el Eterno  (Deut. 33:27).

Adóralo a Él y ningún otro Dios: “Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve”. (Isaías 43:11). 

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