Obispo Roberto Luckert acusa de "temerario" a Chávez
El segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), el obispo Roberto Luckert, acusó hoy de temerario al presidente Hugo Chávez, quien incluyó a los prelados en supuestos planes para perpetrar un golpe de Estado.
Caracas.- Luckert remarcó que rechazaba tal señalamiento e indicó que el jefe de Estado "no logrará cazar una pelea" con la cúpula eclesiástica, cuyos miembros, añadió, ya están "acostumbrados a aguantar sus insultos".
Los obispos "estamos para apoyar, para ayudar, es una temeridad hablar de conspiración", pero como "para pelear hacen falta dos; él peleará solo", añadió Luckert en entrevista a Unión Radio, reseñó Efe.
"Nosotros como CEV no le vamos a responder, ciertamente el cardenal Jorge Urosa no le va a responder a los insultos y descalificaciones", dijo y agregó que "no es de extrañar esta actitud del presidente de insultar a la Iglesia, y ya tenemos once años escuchando lo mismo".
La CEV y Urosa han dicho que Chávez busca instaurar un proyecto "comunista marxista totalitario", insistió Luckert.
"La Iglesia lo que está haciendo es poniendo en blanco y negro lo que el presidente ha dicho, el cardenal no ha inventado nada, (fue) el mismo presidente quien dijo que es marxista", agregó.
Chávez ha llamado "cavernícolas" a los prelados y el domingo recordó que Urosa y a CEV lo acusan de violar la Constitución al encaminar al país hacia lo que llama "socialismo del siglo XXI".
Añadió que dedicará su vida a criticar al cardenal, tras afirmar que "detrás del juego" de éste "está el golpe de Estado".
Chávez también celebró que la Asamblea Nacional haya citado al cardenal para que mañana señale los artículos de la Constitución que viola su proyecto político, y advirtió con procesarlo judicialmente.
"Yo pudiera ir incluso a un tribunal, porque el cardenal me está acusando a mí, y los obispos (igual), de que estoy violando la Constitución. Yo debería estar preso pues. Claro, eso es lo que ellos quieren. Detrás del juego del cardenal, está el golpe de Estado", subrayó en su programa dominical "Aló Presidente".
Los obispos "le hacen coro a las falsas acusaciones del cardenal" o "guardan silencio", como lo hacen ante los casos de pederastia o hablan para sostener que las víctimas de abusos sexuales de los sacerdotes fueron quienes "los provocaron", manifestó.
Si bien Chávez ha admitido ser marxista, pero que "antes de ello, y más profundamente", es cristiano, y que el socialismo del siglo XXI que propone es sinónimo de "democracia verdadera", ha acusado a los obispos de "tratar de meter miedo" a los venezolanos.
Ha explicado que entiende al marxismo como "un método de análisis y no como un dogma", y ha diferenciado entre la dictadura del proletariado con "la democracia del proletariado" que dice promover.
Las permanentes acusaciones que hacen los prelados sobre la supuesta violación de la Constitución darían pie, sugirió Chávez el pasado miércoles, a que ordene la ruptura de relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Chávez pidió ese día que se revise un convenio que data de 1964 mediante el cual el Estado venezolano le concedió "ciertos privilegios" a la Iglesia católica por sobre otras religiones, al comprometer el traspaso de recursos provenientes de la exportación de petróleo para financiar obras sociales y proyectos educativos católicos.