Un fuerte estruendo llenó los aires de un estadio mientras los cristianos coreanos pedían a Dios aliviar las tensiones entre Corea del Norte y del Sur.
Un espíritu de gozo y esperanza se sentía en ese recinto deportivo mientras miles de coreanos se clamaban a Dios, creyendo que sólo la oración puede romper los muros que dividen a Corea del Sur y del Norte.
El expresidente estadounidense George w. Bush fue el invitado especial. Bush felicitó al pueblo coreano por cómo se han levantado de entre las ruinas de la guerra para ser la décima economía del mundo. Además, los motivó a seguir orando para mejorar las relaciones con Corea del Norte y pidiendo a Dios que bendiga al país.
“No podemos quejarnos de sus tiempos o de sus formas de hacer las cosas pero sabemos que nos promete justicia y paz”, dijo Bush.
Líderes cristianos dijeron que un propósito de la reunión de oración fue educar a los jóvenes coreanos sobre la guerra y permitirles apreciar más su libertad.
Así lo recalcó el Reverendo Son In ung de la Iglesia Cristiana Ducksu. “Que no olviden el sufrimiento y los sacrificios de nuestra gente durante la guerra. Debemos agradecer a Dios por bendecir nuestra nación. Debemos seguir preservando la paz que ahora disfrutamos”.
“Nuestra oración es ‘Dios trae ese día y bendice al pueblo de Corea’. Gracias y Dios los bendiga!”, concluyó el expresidentes Bush.
