Washington, (AFP) - La construcción de una mezquita cercana a la "zona cero" de Nueva York, la destrucción del Corán: las polémicas hacen temer una disparada del sentimiento antiislámico en Estados Unidos, que conmemora estos días el noveno aniversario de los atentados del 11 de setiembre. "Asistimos a una fuerte oleada de retórica antimusulmana, que provocó varios incidentes contra mezquitas y musulmanes", indicó Ibrahim Hooper, del centro de reflexión Council on American-Islamic Relations (consejo de relaciones islámico-estadounidenses). El encendido debate sobre un proyecto para construir un centro islámico cerca de la "zona cero", donde se erigían las torres gemelas del World Trade Center, parece concentrar gran parte del resentimiento, que además no muestra señales de un retroceso. El ejemplo más reciente: el proyecto de un pequeño grupo evangélico de quemar ejemplares del Corán frente a su templo este sábado 11 de setiembre. Para Mark Potok, analista del centro de asesoría jurídica "Southern Poverty Law Center", la ola antimusulmana comenzó en mayo cuando un hombre hizo explotar un artefacto de fabricación casera en un centro islámico en Jacksonville (Florida, sudeste). Desde entonces los incidentes se multiplicaron: intento de incendio en una mezquita en Arlington (Texas, sur), amenazas contra otra mezquita, en Fresno (California, oeste), incluso un incendio sospechoso cerca del lugar donde se construirá una mezquita en Murfreesboro (Tennessee, este). Todas acciones que sembraron el miedo en las comunidades musulmanas, muchas de ellas a veces obligadas a preparar lo más discretamente posible sus celebraciones para el fin del ramadán, que coincide este año con el aniversario del 11 de setiembre. "Los musulmanes se encierran en sí mismos", dijo Alejandro Beutel, del grupo Muslim Public Affairs Council (consejo musulmán de relaciones públicas), de defensa de la integración y los derechos de los musulmanes en Estados Unidos. "Hay personas que utilizan una retórica de división con el fin de cavar una fosa entre los estadounidenses musulmanes y el resto de la sociedad", agregó Beutel. Alarmados, líderes religiosos cristianos, musulmanes y judíos pidieron al secretario de Justicia, Eric Holder, advertir que cualquier acto antiislámico sería llevado a la justicia sin excepciones. "He escuchado a muchos estadounidenses musulmanes decir que no se habían sentido tan inseguros desde los días posteriores al 11 de setiembre", declaró Ingrid Mattson, directora de la Sociedad Islámica de América del Norte. Este resurgimiento de incidentes ocurre después de varios años de calma del sentimiento antiislámico, atribuida por algunos observadores a la decisión del entonces presidente George W. Bush de declarar después de los atentados que los musulmanes no eran el enemigo. Pero la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama a principios de 2009 pudo crispar a varios estadounidenses, 24% de los cuales cree erróneamente que su presidente es musulmán. A mediados de agosto, Obama defendió el derecho de construir una mezquita cerca de la "zona cero" de Nueva York, aunque luego pareció dar marcha atrás al advertir que no se pronunciaba sobre los motivos del proyecto. El difícil contexto económico en Estados Unidos no alcanzaría para explicar el aumento del sentimiento hostil hacia el islam. "No hay razones para que la situación sea tan inestable", dijo el reverendo Welton Gaddy, presidente de la Alianza Interreligiosa. "Alguien está avivando las llamas", consideró.
Para el alcalde de Nueva York, el republicano Michael Bloomberg, la situación se calmará después de las elecciones legislativas de noviembre: "Creo que no son pocas las personas que aprovechan esto con fines políticos. Es vergonzoso"
FUENTE HOY