Una peligrosa tormenta arrasó con las tiendas de un campo de reubicación en Haití, seis meses después del mortal terremoto. La destrucción fue un recordatorio de los desafíos que todavía están por delante.
Ron Sparks de la Misión Bautista Haitiana (BHM por sus siglas en inglés), informa: "las ciudades de refugio en el área Puerto Príncipe recibieron mucho daño por el viento, así que cuando llegó la lluvia, obviamente no estaban preparadas para soportar la humedad".
BHM ha estado activo en los esfuerzos de recuperación, y ha enviado varios equipos de construcción. Sparks comparte: "hemos construido más de una docena de hogares permanentes para familias individuales, y hemos ayudado a construir o reparar 50 casas adicionales, todas las escuelas reanudaron sus funciones y las iglesias se están reuniendo de manera regular", lo cual es clave para su alcance.
Sparks concluye: "Aquellos que tienen heridas, o aquellos sin hogar han ido a las iglesias locales en las aldeas como lugares de reunión, así que en el proceso podemos compartir el evangelio con esta gente, y están muy abiertos y receptivos al mensaje".